Mateo Cerezo
Pintor español
Mateo Cerezo nació el 19 de abril de 1637 en Burgos.
De su padre recibió sus primeras lecciones artísticas.
Se trasladó a Madrid en el año 1641, y entró en el taller de Juan Carreño de Miranda, colaborando con el maestro y realizando copias de obras maestras.
Se independizó en el año 1646, y colaboró con Herrera "El Mozo" en los frescos de la iglesia de Atocha.
Pintó los cuadros de altar de Santa Isabel.
A finales de 1656 dejó Madrid y durante tres años vivió en Valladolid y en Burgos, donde pintó el "San Francisco" y los "Crucifijos" de la Catedral, y en Valladolid el "retablo de Jesús y María" y "San Francisco y la Virgen" (Museo Lázaro Galdiano de Madrid).
A su vuelta a Madrid pintó la "Inmaculada" (1659). En 1660 realizó "Los Desposorios de Santa Catalina" (Museo del Prado), "Santo Tomás de Villanueva" (Museo del Louvre) y "La Asunción" (Museo del Prado). Otras obras suyas son "El juicio de un alma ", "El Cordero y el libro de los Siete Sellos" y "La Magdalena arrepentida".
Además pintó algunos bodegones, entre los que destaca la pareja de la Academia de Bellas Artes de México.
Mateo Cerezo falleció en Madrid el 29 de junio de 1666.